¿Qué tienen en común la esclerosis múltiple, los pingüinos, el coaching y la acción social?
Empecemos diciendo que, así de entrada, nada. Si añadimos un contexto quizá algo más.
Si ese contexto es algo totalmente expansivo porque parte de una idea que se inició pensando en cómo ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con la esclerosis múltiple, quizá algo más.
Si para construir esta idea nos inspiramos en los entrañables Pingüinos porque nos recuerdan ciertos aspectos de los andares de los que vivimos con esta enfermedad y porque inspiran aspectos fundamentales de los valores de esta idea, quizá algo más.
Si además utilizamos el coaching como la disciplina o herramienta para diseñar los programas de ayuda que ofrecemos a los pingüinos, quizá algo más.
Y seguro que algo más si entendemos este baile como un espacio de acción social en el que podemos ayudar a los demás desde nuestra contribución personal, desde un enfoque de crecimiento personal que te permita contribuir a mejorar el bienestar social.
Y como siempre hemos pensado que, para que todo esto funcione, todos los participantes deberíamos, sobre todo, disfrutar, se nos ocurrió constituir un baile, un Baile de Pingüinos por la Esclerosis Múltiple.
