Vivo entre jaulas y cielos.
Siempre sobrevolando el aprendizaje.
Y como el segundero de un reloj, que no se detiene, tampoco yo lo hago.
No, no me privan de mi libertad. Aunque sea con voz trémula, mi grito se hace oír.
Es que juego con mis posibilidades y bailo con la vida que decido tener.
Tengo síntomas pero también soluciones. Confía, hay matices en los colores.
No importa nuestro nombre, ni importa el diagnóstico.
Porque hay una sonrisa escondida bajo el ala, aunque a veces no sepa cómo manejarla. Y es que ese a veces, es un intervalo que dura más de lo que desearía. Pero no importa….
Busquemos juntos, de la mano, esas estrategias que nos ayuden.
Vivo entre jaulas y cielos.
Y aprender a manejarme entre esas dos existencias, es mi desafío. Mi reto de vida.
ilustración de Lady Desidia
